lunes, 7 de septiembre de 2015

La Quinta disciplina – ¿Qué es el pensamiento sistémico?

El señor Peter Senge en su libro titulado “La empresa de mayor éxito será algo llamado organización inteligente, la capacidad de aprender con mayor rapidez que los competidores quizá sea la única ventaja competitiva sostenible" menciona un concepto clave no sólo para la ingeniería industrial como disciplina sino para ser usado en cualquier medio para tratar sistemas complejos, la llamada “Quinta disciplina”. Este amplio concepto constituye de manera significativa la labor de un ingeniero industrial, pues compromete las habilidades de tipo colectivo e individual que debe tener para desempeñarse como un buen líder: visión compartida y aprendizaje en quipo, dominio personal, modelos mentales, y pensamiento sistémico, siendo el último su objetivo principal.
El pensamiento sistémico debe desarrollarse para lograr tanto una visión global como particular de los sistemas, dejando atrás el pensamiento lineal guiado por paradigmas y arquetipos rígidos que no permiten dar solución a los problemas presentados. Se basa en utilizar de manera correcta las herramientas que se tienen, siendo la creatividad y la estrategia dos pilares fundamentales para lograr proyectos establecidos, sin olvidar las conexiones tanto mentales como físicas que se hacen necesarias para lograr desarrollar el pensamiento sistémico como una disciplina, pues así se forma un sistema tan compacto que dificulta la corrupción del mismo por acontecimientos lejanos.
La técnica que nos propone el señor Senge, representa un gran cambio de mentalidad desde el punto de vista de la Teoría de Sistemas, aplicando la Dinámica de Sistemas para el análisis circular de un sistema complejo y su posterior solución, resaltando que es necesario mirar los sistemas desde varias perspectivas, es decir, ser participativo en todos los niveles de la empresa para lograr comprenderlo en mayor medida, pues este ejercicio le permite al ingeniero gozar un poder de observación mayor  logrando tener un pensamiento integral, analizando todo lo que se necesita en la planta desde diferentes puntos de vista,  trasmitiendo el conocimiento expresando ideas tanto a personas de nivel de educación altos como bajos, siendo más que un jefe, un entrenador. Lastimosamente no todos los ingenieros industriales actuales manejan este pensamiento debido a que priman los individualismos que vienen cargados de estatus, títulos, esquemas y arquetipos que llevan a hacer sentir al ingeniero superior a sus operarios y demás subordinados. Además, lo mencionado anteriormente tampoco es de gran ayuda en el momento de realizar interconexiones en el sistema, pues ese comportamiento por parte de un jefe fractura, elimina e incluso impide que se presenten relaciones interpersonales entre los integrantes de una empresa, imposibilitando la compactación del sistema y abriendo paso al daño de agentes externos. También es necesario mirar los sistemas como ciclos o arquetipos para lograr entenderlos más fácilmente, consiguiendo realizar un cambio de enfoque que permite tener una perspectiva diferente del problema y que pueda esclarecer el paso a seguir.
Considerando que un ingeniero industrial no debe frustrarse ante un sistema complejo que aparente no tener solución, quedando ceñido en el problema, pues además de ser un proceso muy costoso en unidades de tiempo puede llegar a ser un callejón sin salida por la sensación de derrota que puede experimentar, se hace urgente un cambio en sus modelos mentales de dirección. Así, un ingeniero industrial al ser un profesional íntegro, debe agotar todas las posibilidades evidentes y no obvias sin gastar mucho tiempo, tomando decisiones efectivas para el desarrollo de la organización. Seguidamente, dicho cambio de enfoque junto con las conexiones creadas traen consigo muchas ventajas, identificar de manera clara las interrelaciones entre las partes y las estructuras repetitivas definiendo las cadenas de causa – efecto junto con las acciones que llevan a un resultado negativo una y otra vez (solucionando así lo que se deba solucionar), presentando un cambio en los modelos mentales de los trabajadores y otorgando movimiento a los procesos logrando un progreso evidente para el sistema en general.
Propiamente la “Quinta disciplina”, como la define Senge, se conforma por diferentes disciplinas que la anteceden, las cuales se clasifican en dos tipos, colectivas e individuales. Las primeras son una visión compartida y aprendizaje en equipo, aptitudes claves para lograr buenos resultados en una organización. Manejando múltiples aptitudes y conceptos que son muy valiosos para el correcto desarrollo de un sistema, concibiendo un aprendizaje generativo expandiendo la capacidad para crear y una visión genuina formando un interés personal en los trabajadores para hacer posible esa visión sin imposiciones ni órdenes. Si bien, es necesario ser cautelosos en el momento de presentar una visión, pues pueden presentarse situaciones tanto positivas como negativas, puede que se presente apatía, desobediencia o acatamiento a regañadientes, acatamientos formales o simples, y desafortunadamente un trabajador infeliz no es productivo. Es por esto que el ingeniero industrial debe preocuparse por generar en los trabajadores aquella visión genuina para tener como respuesta por parte de sus empleados un acatamiento genuino, alistamiento y compromiso para llevar a plenitud tal visión; de lo contrario, tendrá lugar una visión negativa que llevará a los empleados a trabajar por conseguir la visión mediante amenazas acortando su duración sin contar que se gastará mucha energía intentado impedir el fracaso.
En principio, para lograr una visión conjunta se debe comenzar por inducir a una visión personal invitando a abandonar la noción tradicional que encajona la mente para captar el grado de implicación de la visión.  Seguidamente, el aprendizaje en equipo no permite la corrupción del sistema ya mencionada, pues representa un alineamiento de las partes (siendo éste una condición necesaria para el trabajo en equipo) que a su vez trae consigo progreso. Éste alineamiento tiene como base un aprendizaje individual y organizativo que dan pie a un pensamiento conjunto y por consiguiente a un aprendizaje en equipo, el cual tiene tres dimensiones críticas: pensar agudamente logrando ser mucho más inteligentes para aprender a explotar el potencial de mentes brillantes en la organización, promover la innovación en el actuar además de casi exigirse de manera personal una coordinación que permite complementar al otro, así también integrar los diferentes equipos conformados en la empresa para ser simultáneamente un mismo equipo, es decir, fomentar la comunicación y resaltar la importancia de cada equipo formado. Un ejemplo de esto son las distintas áreas de trabajo que posee una empresa (mercadeo,  ventas, producción, logística, etc.), cada una de estas posee un director y empleados u operarios a cargo que desempeñan alguna labor, si se realiza éste ejercicio consiguiendo alineación, comunicación y una visión conjunta el futuro será más prometedor.
Ahora bien, las disciplinas de carácter individual son dominio personal y modelos mentales que se reúnen en el pensamiento sistémico como tal. El dominio personal representa el crecimiento de la organización inteligente, pues compete de manera directa a los seres humanos con una sed inagotable de conocimiento y que  también son conscientes de su ignorancia. El ingeniero industrial debe poseer un dominio personal que lo lleve a aprender a generar y sostener una tensión creativa, siendo ésta la capacidad de unir dos ideales importantes, qué se quiere hacer y qué se debe hacer, la cual resulta de los actos para alcanzar la visión, en oposición a la tensión emocional, que es la presión que se tiene  para reducir la visión aliviando la ansiedad. Todo esto crea un “conflicto estructural”, que impide sostener el cumplimiento de la visión, ya que permite su desgaste, incrementa el temor al fracaso cuando se piensa en consecuencias negativas, generando problemas con la fuerza de voluntad ya que además de no influir en el problema estructural debido a que no general resultados profundos que  solucionan el problema de raíz, induce a invertir esfuerzos descomunales que sólo aumentan el tiempo del proceso, se pueden desencadenar consecuencias no buscadas, es decir, se pone tanto empeño en aquel problema que se descuidan otros aspectos personales, como la pareja, la familia o incluso puede verse comprometida la salud; por consiguiente, tal malestar personal no es provechoso para la toma de decisiones ni la productividad de la empresa, haciéndose más difícil brindar una efectiva solución al problema que presenta ese sistema complejo. Por lo tanto, debe ser abordado por el ingeniero industrial de manera sistémica uniendo competencias y destrezas, trabajando para alcanzar un balance. Un ingeniero dotado de un alto dominio personal debe ser distinguido por numerosas características que lo determinan como buen líder, buen trabajador, buen entrenador, propiamente como buen ingeniero industrial. El libro plantea alrededor de 10 y entre ellas están:
·       Considerar la visión como algo importante, más que una buena idea. Uniendo el deseo de ser con la necesidad de ser de la empresa.
·         Trabajar con las fuerzas de cambio en vez de resistirlas, es decir, sacar ventaja de los inconvenientes  presentados.
·     Son personas singulares que no por eso dejan de relacionarse con otros, es decir, son autónomos y sociables al tiempo.
·         No sienten la necesidad de controlarlo todo, se sienten gustosos de participar en cualquier proceso.
·         Tienen gran aspiración al desarrollo personal que los impulsa a buscar ser mejores cada día como ingenieros a nivel personal y laboral.
·         Aman su trabajo, lo cual genera un placer al realizarlo aumentando la productividad.
·         Tienen una alta capacidad para centrarse en metas relevantes evitando encasillarse es la tarea de sólo cumplir metas menores, pues son visionarios y determinan la meta principal

Así son determinadas de manera clara las características que debe tener un ingeniero industrial integral, pues es el principio de su integridad. Con esto logrará dirigir de manera acertada a sus seguidores para alcanzar las metas propuestas y cumplir la visión estipulada.

Por otra parte, los modelos mentales son supuestos que tenemos todos y que están radicados en el subconsciente, los cuales limitan el pensar y el actuar determinando paradigmas que generan estancamientos, además de una necia necesidad de jerarquía que mide con lupa títulos y arandelas para clasificar a las personas por algo más o algo menos. De manera contraria, es necesario cambiar dichos antiguos modelos mentales, tanto del ingeniero como de los operarios, pues así se logra una apertura a las decisiones que deban tomarse y las necesidades de la planta por parte de todos sus empleados, es decir, ninguno teme expresar sus opiniones ni reprime acciones que considere positivas para el correcto desarrollo de la organización, y a su vez el mérito de ascenso en la misma. Por último, reuniendo todas las disciplinas anteriormente mencionadas, obtenemos el pensamiento sistémico logrando como  dice Peter:” innovar en las organizaciones inteligentes”, factor importantísimo en el triunfo de cada sistema.

Posteriormente las leyes que fundamentan la Quinta disciplina que esboza Senge en su libro, que bajo mi criterio son las más relevantes:
·         “Los problemas de hoy derivan de las "soluciones" del ayer”, considerando que quienes solucionan los problemas que se presentan no son los mismos que estuvieron a cargo cuando tuvieron lugar (cuando comenzaron y dejaron desolucionarse), es necesario buscar una solución desde otra perspectiva porque de lo contrario irá rotando entre jefe y jefe sin ser identificado como un problema global.
·     “Retroalimentación compensadora”, cuando más se ejerza presión más se presiona el sistema, es decir, entre más se intente evitar algo de la manera errónea, finalmente pasará.
·         “Los cambios pequeños pueden producir resultados grandes”, las soluciones obvias no funcionan, rápidamente se debe descubrir el punto de estancamiento y darse cuenta de que pequeños cambios estratégicamente focalizados pueden producir mejoras significativas a largo plazo.
·         “No hay culpa”, el pensamiento sistémico muestra que nosotros y la causa de nuestros problemas formamos un solo problema, así la responsabilidad debe ser asumida por el culpable para reducir el proceso de búsqueda de culpables que agrega demoras al hallazgo de una solución.
·         “El camino fácil lleva al mismo lugar”, pues es una acción considerada como una pérdida de tiempo que irónicamente se realiza para agilizar el proceso, desafortunadamente el afán reduce la claridad de panorama contribuyendo a que se pasen por alto aspectos relevantes que denotan el fracaso de la decisión y por consiguiente se deba empezar de nuevo.

 Finalmente, dichas leyes resaltan la importancia del pensamiento sistémico en una organización, una disciplina que debe ser el as del ingeniero industrial al momento de analizar un problema  de un sistema complejo, buscando dar solución a él. Igualmente, el ingeniero al desarrollar su rol en una empresa debe ser una persona dotada de valores que incluyan a la persona como ser importante, que tiene lugar en una empresa en el momento de considerar reemplazar su talento humano por uno automatizado, con una visión clara y la capacidad de definir metas y objetivos, tener un dominio propio de sí que le permita crecer como persona siendo abierta al “feedback”, y dispuesto e idóneo para cambiar modelos mentales propios y de sus seguidores con el fin de obtener el éxito del análisis del sistema y el posterior triunfo.


domingo, 2 de agosto de 2015

El pensamiento sistémico y el ingeniero industrial

Tanto el mundo de las empresas como el de la Ingeniería Industrial, como profesión, son inmensamente amplios, por esto es necesario que se establezcan pilares fuertes para el análisis, fortalecimiento y desarrollo de las mismas que les permitan alcanzar el éxito como organización utilizando el pensamiento sistémico como una herramienta.
Para relacionar los videos con lo que dice el autor en su libro titulado Pensar Sistémico, empiezo realizando un contraste mencionando “La teoría del punto ciego” que se presenta en el ser humano en su vida cotidiana (referida por Foester en el texto), es necesario llevarla a la industria y en especial al trabajo de un líder de equipo, en este caso un ingeniero industrial. Para analizar una situación en la empresa es necesario dividirla, logrando analizar cada parte desde diferentes puntos de vista y establecer una estrategia,  pues regularmente como dice en el libro “…no vemos que no vemos que no vemos.”, esto mismo puede pasar en una empresa, se hace frente los problemas desde una sola perspectiva permitiendo saltar aquellos detalles que podrían ser útiles, además de dejar a un lado el análisis profundo de todos los factores y las partes implicadas, con esto es claro que es necesario ampliar el estudio que se realiza. Seguidamente se establecen los pilares del pensamiento sistémico, que permite el fortalecimiento y el desarrollo de las empresas, en primer lugar está el constructivismo, que se refiere a cómo se aborda el problema de la realidad, así como lo dicen el profesor Andrés López y el señor Garciandía, según sea la percepción de aquella realidad que se vive, así mismo se establecerá la gravedad del problema y se intentará dar solución; el segundo es la hermenéutica, el establecimiento de la comunicación por medio de un lenguaje logrando transmitir el conocimiento a múltiples receptores sin distinción alguna, generando entornos eficientes y productivos; el tercer pilar fundamental es la cibernáutica, es aquí donde el líder como ingeniero industrial debe estar al frente de su equipo orientando hacia la meta siendo muy observador y metódico para lograr alcanzarla; por último y no por eso menos importante se encuentra el pensamiento complejo, el cual plantea el método de pensar de una manera sistémica, siendo ésta última definida por el autor como: el arte de ver, averiguar y especialmente reconocer conexiones entre las entidades observadas, logrando tener la habilidad como cibernauta para comunicarse con los demás y para construir realidades de manera diferente. Acaba de ser mencionada una palabra clave, conexión, si bien no es un pilar determinado cada uno de los pilares basan su esencia en su significado, es decir, las conexiones hacen parte de todo lo que nos rodea y de todo cuanto existe, la naturaleza tiene conexiones, los sistemas creados por el hombre tienen conexiones, el cuerpo humano tiene conexiones, la vida tiene conexiones, el universo tiene conexiones; para analizar la realidad es necesario realizar conexiones, así mismo para comunicarse, examinar eventos y además enfrentar proyectos, por esto el pensamiento sistémico podría describirlo (tempranamente) como la capacidad para conectar la realidad.

Como se menciona, “el arte de conectar”, es una habilidad que debe relacionar todo ingeniero industrial en este contexto, ya sea una conexión de relación con sus trabajadores, una conexión de propósito con la meta o una conexión entre hechos donde se identifican y se analizan en conjunto, permitiendo al ingeniero medir las relaciones de causa efecto y acción y reacción logrando tomar mejores decisiones en beneficio común. Adentrándonos más a la experiencia vivida en la planta de producción o empresa en general, estoy de acuerdo con el profesor cuando menciona que la más que un jefe se debe ser un entrenador, logrando estar debajo de la pirámide vivenciando de manera más cercana la situación de la base del trabajo, lo cual le permite tener un poder de observación logrando tener un pensamiento integral analizando todo lo que se necesita en la planta desde diferentes puntos de vista. Siendo esto el objetivo principal que todo ingeniero industrial debe buscar como profesional utilizando el pensamiento sistémico como su mejor herramienta.